QUE HAY Y SE PIENSA DEL DECRETO 1290 DE 2009.

QUE HAY Y SE PIENSA DEL DECRETO 1290 DE 2009.

La aparición del decreto 1290, sobre evaluación de los estudiantes deja un debate en el sector, altamente interesante, interrogador, reflexivo y desde luego preocupante.

Al parecer los decretos anteriores al actual, el 1860 y 230, habían generado una evolución de la valoración por números, a lo cualitativo, pudiendo inferirse que se pasaba de la nota rasa y absoluta a la consideración de la evaluación integral y considerar varios aspectos de la vida evolutiva del estudiante.

En ese mismo orden ha evolucionado la evaluación de los estudiantes en educación superior, bien si aún se toma la valoración por números, se progresa en lo relaciona a los créditos, lo que hace un alto énfasis en los ritmos de aprendizaje y estilos, además de considerar que hay diferencias en el tiempo dedicado y el tiempo asimilado.

Con todo la nube creada por el 1290 en el sistema de educación básica y media, en donde con el criterio de la autonomía, se deja a un lado en algunos casos la visión del ser y solo se medirá el saber, así se desprende de análisis de los acuerdos de los Consejos Académicos de las Instituciones Educativas, en donde se adopta la evaluación cuantitativa, se promedia y se pierde el año con dos áreas reprobadas, sin considerar muchos aspectos de los estudiantes, como sus creencias, aspiraciones, posibilidades, dedicaciones, frustraciones, etc.

A este respecto de perder el año escolar, las Instituciones sobrepasan ahora, aduciendo su autonomía, las filosofías y principios, bajo los cuales se crearon y han dado resultados las metodologías alternativas, la más significativa de ellas La Escuela Nueva.
En esta metodología el estudiante avanza según sus ritmos de aprendizaje y poco cuenta las faltas de asistencia, por ejemplo. En este modelo los estudiantes avanzan en sus áreas al resolver, asimilar, practicar y evaluar las diferentes guías que la constituyen. Así un estudiante avanza por las guías y cuando llega a 5º grado debe haber cursado la totalidad de las guías, de todas la áreas, aprobarlas en todos sus aspectos, ser competente en sus desempeños.
Los docentes para ello llevan registros de valoración y ejecución de estas guías. Expiden por norma un boletín final y con ello ubican al estudiante en un determinado grado de la educación básica primaria, para el ejemplo.

A todo este barullo se le puede sumar, ¿cuánto entienden, aplican, planifican y contextualizan la evaluación, los docentes?. Pudiéramos pensar que esta es una actividad momentánea y sancionatoria y que en algunos casos es planificada y formadora. ¿En cuál campo se ubica usted como docente?.

Bien, ahora el decreto es altamente exigente, en que la evaluación debe obedecer a una planificación cuidadosa, responsable y variada en la amplitud de criterios, instrumentos y técnicas de evaluación, ya sea que se adopte el modelo cualitativo o cuantitativo. Queda a los Directivos Docentes, ser exigentes con sus docentes, en estos aspectos de la planificación de la evaluación. No puede quedar nada al azar, al garete o la libre determinación del docente, pues con ello se juega con el carácter formativo de la evaluación y solo se consideraría el carácter sumatorio, generalmente adoptado con el ánimo de rajar con sus consecuencias funestas sobre el estudiante como ser, como persona singular e irrepetible.


PROPUESTA.

CREDITOS PARA TODA LA ESCOLARIDAD BASICA Y MEDIA.

Con todo lo cuesta para los estudiantes, padres, el sistema y los docentes, que sus estudiantes pierdan un año escolar, mirado desde diferentes aspectos, como el sociológico, sicológico, económico, etc., lanzo una propuesta para ser analizada y discutida y a lo mejor en algún tiempo no muy lejano tendremos que adoptar el modelo de cursar la básica primaria, la básica secundaria y la educación media por la modalidad de créditos, sin fijarle tiempo, como en la educación superior, sino con el propósito de permitir el avance según los ritmos de aprendizaje.

Se podría adoptar la estructura creada por el decreto 1860 de hacer un stop o pare obligatorios en el grado quinto, noveno y once.

Cada área de las establecidas en la Ley 115, tendría un diseño por guías para cada ciclo de la escolaridad. A modo de ejemplo podríamos pensar en:

Matemáticas:
Básica Primaria………………….…… 25 guías para los cinco años de 1º a 5º.
Básica Secundaria………………….. 24 guías para los 4 años de 6º a 9º
Educación Media……………………. 10 guías para los dos años 10º y 11º.

En esta forma cada área tendría su distribución según sus estándares, lineamientos y competencias en los años de cada ciclo y se elaboraría universalmente para todo el país una malla curricular. Cada Institución Educativa elaborará según su contexto las guías, obedeciendo a que estas deben contemplar el desarrollo cognitivo, el saber práctico y aplicabilidad de los conocimientos adquiridos (competencias).
Las guías buscan dinamizar una metodología activa y participativa y toman en cuenta factores, elementos, insumos y/o estrategias, que estudios e investigaciones han demostrado que permiten mejorar los resultados de los aprendizajes. Las guías incluyen contenidos y procesos, privilegiando éstos al dar instrucciones paso a paso.

El docente llevará un registro detallado, con características propias, del desarrollo progresivo de las guías.
La temporización se hará propedéuticamente por grados, por ejemplo:
Matemáticas:
Grado 1º 4 guías.
Grado 2º 4 guías
Grado 3º 5 guías
Grado 4º 6 guías
Grado 5º 6 guías.

Cada que el estudiante aprueba las guías de cada área, en cada curso se le promueve el área de ese curso y avanza al grado siguiente en esa área. Con esto ADIOS A LA PERDIDA DEL AÑO.

Bueno la propuesta es para mejorarla, pensarla y crearle las diferentes variables posibles, siempre que se piense en el estudiante como centro del proceso.

Carlos Humberto Hernández Hidalgo

[1] Hacia una nueva escuela para el siglo XXI. Fundación escuela nueva. Pag.106