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19 may 2009

INFORMACION GENERAL SOBRE DROGADICCION

¿Qué es una DROGA?
Droga es cualquier sustancia que, una vez introducida en el organismo a través de distintas vías (esnifada, inyectada, fumada o tragada), tiene capacidad para alterar o modificar las funciones corporales, las sensaciones, el estado de ánimo o las percepciones sensoriales (vista, oído, tacto, gusto, olfato). Existen muchas clases de drogas. Algunas son legales como el alcohol, el tabaco o los fármacos; otras son ilegales como el hachís, la cocaína, la heroína... Todas las drogas tienen un denominador común: al ingerirlas -sea cual sea la forma- pasan a la sangre y, a través de ella, al cerebro y a todo el organismo, provocando los diferentes efectos que las caracterizan: excitar, relajar o distorsionar la realidad.


¿Cuáles son los peligros de tomar drogas?
Todas las drogas afectan a la salud de las personas y su desarrollo personal. Sin embargo, este dato se potencia aún más en el caso de los jóvenes, puesto que cada vez que se recurre a las drogas como muleta para disfrutar de la vida o enfrentarse a sus exigencias, se está limitando la oportunidad de demostrar y desarrollar los recursos y las capacidades propias.

El consumo de drogas induce, por otra parte, a comportamientos "descontrolados" que se llevan a cabo bajo los efectos de las drogas, conductas, en muchos casos, en las que no se miden los riesgos, ni las consecuencias de lo que se está haciendo.

Un riesgo de las drogas -quizá el más importante- es su capacidad de crear dependencia. Todas las drogas presentan esta característica. Aunque se afirma que algunas drogas no generan dependencia física (cannabis, alucinógenos, éxtasis,...), éste es un asunto controvertido. En lo que sí hay unanimidad es en la capacidad de las drogas para provocar dependencia psicológica o emocional. Si bien es cierto que la facilidad para que se cree una dependencia física depende de muchos factores, también lo es que no hay ninguna persona tan segura que pueda afirmar que controla plenamente los riesgos de hacerse dependiente.

Además, muchas de las drogas que se encuentran en el mercado ilegal están con frecuencia sometidas a procesos de adulteración. En estos casos, el posible consumidor no sabe qué es lo que está tomando y, por lo tanto, se sitúa ante unos imprevisibles riesgos añadidos.

¿Todas las drogas causan el mismo efecto en todas las personas?
Para determinar qué efectos pueden producir las drogas hay que considerar, en primer lugar, cuáles son sus principios activos. Las experiencias y los efectos son distintos en las personas y dependen de diversas circunstancias:
• La composición y riqueza del producto (cantidad de principio activo, presencia de adulterantes).
• Las características fisiológicas del consumidor (edad, sexo, complexión física, estado del organismo en el momento de tomar la droga, etc.).
• La personalidad del consumidor.
• Las expectativas del consumo (lo que le han dicho que produce y, por lo tanto, espera conseguir al tomarla). • Las experiencias previas con la droga en cuestión.
• La frecuencia de uso.
• El ambiente en que se toma (espacio físico, personas con las que se consume, etc).

¿Todas las drogas entrañan riesgos?
Todas dañan la salud y, si se toman con frecuencia, algunas pueden provocar daños irreparables, biológicos o psicológicos. Asimismo, se pueden correr riesgos muy serios si se padece algún tipo de patología, como, por ejemplo, cardíaca o hipertensión, que puede que aún no se haya manifestado o no la haya diagnosticado el médico.

Las drogas ilegales, además, pueden estar sometidas a grandes procesos de adulteración, sistema utilizado por los traficantes para multiplicar los beneficios pero que supone un riesgo suplementario para quien las consume, ya que no sabe realmente qué se está tomando.

Muchas veces las drogas se ingieren mezcladas unas con otras, por ejemplo; porros y alcohol, éxtasis y alcohol, cannabis y cocaína, etc., sometiendo, de esta forma, al sistema nervioso a sacudidas contradictorias o multiplicando los efectos de ambas sustancias. En estos casos, los riesgos que se asumen son mucho más imprevisibles.
También existen riesgos relacionados con comportamientos que los consumos facilitan o impiden controlar (comportamientos impulsivos, descontrolados, desinhibidos, etc.).
Un riesgo -quizá el más importante- es su capacidad para crear dependencia. Todas las drogas presentan esa característica. Aunque se afirma que algunas drogas no producen dependencia física (cannabis, alucinógenos, éxtasis...), éste es un asunto controvertido sobre el que los expertos han manifestado opiniones muy diferentes. En lo que sí hay unanimidad es en la capacidad de todas las drogas para producir dependencia psicológica o emocional.

El hecho de tomar alguna droga se asocia normalmente a una determinada actividad como: poder ligar estando bebidos, bailar puestos de éxtasis, escuchar música emporrados, solucionar los conflictos colocándose, salir y divertirse con drogas, etc. De esta manera, la mayoría de las veces de forma inconsciente, se va fomentando un hábito de conducta en el que la droga se va incorporando a la vida cotidiana. Al cabo de un tiempo ya no se sabe ligar, bailar, solucionar los problemas, salir y divertirse sin drogas. Ha aparecido la dependencia psicológica o emocional.

No hay problema... yo sólo me coloco el fin de semana Algunos jóvenes piensan que limitar el consumo de alcohol o de otras drogas al fin de semana las hace inofensivas, pero no es así.

En primer lugar, se va creando una asociación sistemática entre salir-colocarse-divertirse, de tal forma que, a la larga, resulta cada vez más difícil hacerlo sin ellas.

En segundo lugar, pasarse todos los fines de semana -más de 100 días al año, sin contar los periodos de vacaciones- supone una situación de riesgo nada despreciable, además de las grandes cantidades y mezclas que se pueden tomar en cortos periodos de tiempo, aunque sea distanciados en la semana.

En tercer lugar, los principios psicoactivos de la mayoría de las drogas se van eliminando lentamente del cuerpo, acumulándose y manteniéndose en algunas partes del organismo (tejidos grasos, pulmones, hígado, etc.) durante varios días. Muchas veces, antes de que se hayan podido eliminar, ya están la sangre y el cerebro recibiendo y almacenando nuevas dosis.

Por otro lado, la resaca se suele prolongar a los primeros días de la semana siguiente, impidiendo funcionar con normalidad.

Por último, hay que tener en cuenta el peligro que conllevan algunos comportamientos bajo los efectos de las drogas: conducir un coche o una moto, mantener relaciones sexuales sin precauciones, complicarse en peleas y actos de violencia callejera, cometer imprudencias, etc.

A mí no me va a pasar nada... yo controlo. Las personas tendemos a ver siempre los problemas en los demás y pocas veces nos fijamos en nosotros mismos; esto también ocurre con las drogas. Los jóvenes que abusan del alcohol piensan que ellos nunca serán alcohólicos porque éstos son los que están tirados en la calle; los que abusan de otras drogas piensan que ellos no serán nunca drogadictos, porque sólo lo son los desechables; ellos nunca llegarán a ser drogodependientes, porque cuando quieran lo pueden dejar, etc. Todas estas afirmaciones ponen de manifiesto la convicción de que se controla, lo que se transforma es un síntoma de riesgo adicional. Siempre creemos que podemos controlar todas las situaciones y, en el caso de las drogas, esta creencia puede hacer que nos confiemos y perdamos de vista los peligros de algo con lo que estamos jugando.

Si bien es cierto que muchos de los que consumen drogas no llegan a ser drogodependientes, no lo es menos que los drogodependientes no llegaron a serlo de la noche a la mañana, sino que todos ellos empezaron primero probando a ver qué pasaba, luego tomando ocasionalmente, después un poco más a menudo... hasta que, casi sin darse cuenta, se fue convirtiendo en un hábito. En algún momento todos creyeron que controlaban e, incluso, algunas personas enganchadas siguen manteniendo que ellos cuando quieran lo pueden dejar.


Dependencia de sustancias

Definición
La dependencia de sustancias es un proceso de enfermedades caracterizado por un modelo de uso patológico de una sustancia, de una deficiencia en el funcionamiento social u ocupacional y/o de evidencia de tolerancia o de supresión. Las personas con una dependencia de sustancias sufren de una compulsión irresistible de usar cierta sustancia en mayor dosis y frecuencia, a pesar de saber las graves consecuencias físicas o psicológicas y a pesar de la desorganización extrema de sus vidas.

Síntomas
Las personas dependientes de sustancias tienen tres cosas en común: la negación de que tienen un problema, el creer que necesitan la droga para funcionar normalmente y el mal uso y dependencia de una sustancia (el alcohol, la comida, el tabaco o alguna otra droga). Otros síntomas pueden incluir la tolerancia (la necesidad de aumentar la dosis de la droga para lograr el mismo efecto), la supresión (dependencia fisiológica), disrupciones en las relaciones interpersonales, impulsividad, inmadurez, comportamientos dependientes y una habilidad disminuida para hacerles frente a las cosas.

Causa
Muchas personas heredan una predisposición a la dependencia de sustancias. Pero cualquier persona puede volverse adicta, hasta aquellas no predispuestas genéticamente. No hay evidencia de que haya tal cosa como una "personalidad adictiva", ni hay evidencia de que los traumas de la niñez o el estrés de la vida causen la dependencia de sustancias. Hay evidencia de que un alto nivel de estrés puede hacer resaltar o empeorar los síntomas de esta enfermedad en las personas susceptibles.

Curso
La dependencia de sustancias es una enfermedad vitalicia. Sin tratamiento, es continua y progresiva. No puede curarse, pero puede controlarse. Sin tratamiento, el paciente tiene síntomas persistentes que aumentan en frecuencia e intensidad y se vuelven más dañinos. La vida de la persona se centra en la droga y el funcionamiento social se ve deteriorado. A medida que progresa la enfermedad, la persona hace lo que sea necesario para obtener drogas. Puede ocurrir un comportamiento criminal y se presenta una total alienación de la cultura de no drogas. Se deteriora la condición física de la persona y el consumo continuo de drogas conduce a la muerte. Con tratamiento, mejoran los comportamientos disfuncionales y la salud puede restaurarse en la mayoría o en todos los aspectos de la vida.

Tratamiento
Se encuentra disponible tratamiento en instalaciones de atención residenciales, ambulatorias y hospitales. El tratamiento siempre incluye la abstinencia de la sustancia que fue abusada y de todas las demás sustancias adictivas. Si hay dependencia fisiológica, el tratamiento empieza con la desintoxicación (o sea, el aislamiento gradual de la droga). Otros métodos principales de tratamiento incluyen la terapia individual, de grupo y/o familiar, la orientación, la educación y la modificación de comportamientos. El esfuerzo personal y los grupos de apoyo son complementos al tratamiento y a menudo se convierten en poscuidado vitalicio para la persona en recuperación. El aprender sobre la dependencia de sustancias y el descubrir maneras de cómo hacerles frente a las consecuencias emocionales y psicosociales de la dependencia de sustancias son metas importantes del tratamiento.

Automanejo
Hay varios problemas que tienen probabilidad de ocurrir durante los primeros pocos meses de la abstinencia. Son: un exceso de confianza acerca de la recuperación; la depresión; el insomnio; el temor y la ansiedad; cambios en las relaciones interpersonales; cambios en la autoestima; dificultades para organizar el tiempo; dificultad en reintegrarse a la familia; el deseo de usar; el sentirse abrumado o incapaz de hacerles frente a las responsabilidades y a los problemas. Algunas de las medidas que una persona con dependencia de sustancias puede tomar para maximizar la recuperación son:

1.Abstenerse de las drogas callejeras y del alcohol. 2.Organizar el tiempo de ocio. 3.Utilizar los apoyos comunitarios. 4.Asistir a un programa ambulatorio para pacientes. 5.Evitar la fatiga. 6.Hacer ejercicios regularmente y con vigor. 7.Comer una dieta balanceada. 8.Fijar metas realistas a corto y largo plazo. 9.Evitar el probarse uno mismo por medio del uso de drogas. 10.Conocer las señales de advertencia de la recaída.

Confrontando la recaída
Durante la sobriedad temprana, el paciente y el consejero, junto con un amigo, patrocinador o miembro de la familia, deberá desarrollar un plan sobre qué pasos tomar en caso de que ocurran señales de una recaída. El plan debe incluir el manejo de los problemas comunes enumerados arriba. Maneras concretas de limitar el estrés deben acordarse por adelantado. Las señales comunes de la recaída incluyen: la negación de los temores o ansiedades acerca de la sobriedad; la decisión de que lo único necesario para permanecer sobrio es la abstinencia; el ser demasiado confiado acerca de la recuperación; el evitar las discusiones de temas delicados; el comportamiento compulsivo en otras áreas de la vida (por ejemplo en el trabajo o en el comer); el actuar de manera muy abrupta hacia el estrés o los cambios; el aislarse; el sostener expectativas poco realistas; la depresión; cambios en el estado de ánimo; el pensar que los problemas no tienen solución; el evitar divertirse; el culpar a otros; sentirse muy cansado; comer mal; abandonar la rutina diaria o la estructura; evitar el cuidado ulterior o el AA (Alcóholicos Anónimos); sentirse sin esperanza; rechazar la ayuda de otros; tener fantasías y sueños acerca de tomar o consumir drogas; mentir; racionalizar que el consumo de drogas mejoraría la vida; buscar amigos viejos que usan drogas; reanudar el uso; negar que el uso es un problema.


El Consumo de Sustancias Psicoactivas

En esta sección encontrará información básica sobre las Sustancias Psicoactivas y el alcohol. Igualmente, datos estadísticos tanto de Colombia como de otros países del mundo. Paulatinamente se ira publicando más información, tanto en esta sección como en el centro de documentación.

Definiciones Básicas:
Las sustancias psicoactivas (SPA): son aquellas que al ingresar al organismo, tienen la capacidad de modificar la conducta del sujeto, a través de su acción sobre el sistema nervioso central (SNC).

La Tolerancia: se refiere a la necesidad de emplear dosis más altas de la SPA para obtener un mismo efecto inicial: Ejm. 10 pastillas de Rohipnol en un día pueden hacer dormir a quien no tiene tolerancia, pero no al que si la tiene.

La dependencia algunos la entienden como una sola. Otros la dividen en dos tipos:
• Psicológica: necesidad del individuo de repetir el uso de la sustancia por la obtención de un efecto determinado: Ejm. fumar marihuana para buscar la sensación de tranquilidad y relajación.
• Física: necesidad de repetir el consumo para evitar los síntomas molestos y desagradables producidos por el síndrome de abstinencia.

El síndrome de abstinencia es el conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan después de un período de no consumo de la sustancia. Este período puede oscilar entre unas pocas horas hasta unos días. La variación del tiempo dependen del tipo de sustancia que se esté consumiendo.

IMPORTANTE

Se tiene la creencia que la dependencia física es más grave que la psicológica, sin embargo, la primera es más fácil de tratar, en tanto que la segunda no. La gran mayoría de tratamientos se centran en la dependencia psicológica más que en la física.
Clasificación de las SPA: Existen muchas clasificaciones de las SPA. La que presentamos a continuación es la más sencilla y conocida.

• Depresoras. Inhiben, lentifican o deprimen el funcionamiento del SNC. En esta categoría estan las siguientes SPA:
Alcohol
Tranquilizantes Mayores: Fenobarbital.
Tranquilizantes Menores: Rohipnol, Valium.
Derivados del opio: Heroína, Morfina, Codeína.
Inhalantes: Pegantes y diversa clases de hidrocarburos.

• Estimulantes. Aumentan el funcionamiento SNC. En esta categoría estan las siguientes SPA:
Derivados de la coca: Cocaína, basuco, crack.
Anfetaminas: Ritalina
Xantinas: Café, Té y otros
Nicotina

• Alucinógenos. Producen alteraciones de la percepción, visual, auditiva o corporal. Algunas de esas sustancias son:
L.S.D.
Mescalina: Peyote
Fenciclidina: P.C.P o polvo de angel
Psilopsibina: Hongos

• Drogas de diseño. Esta es una categoría especial, ya que se tratan, la gran mayoría, de drogas químicamente relacionadas con las anfetaminas, pero que se le han alterado algunos elementos, para generar efectos combinados: alucinaciones y estimulación. Algunos autores disen que es erróneo hablar de drogas de diseño y otros no las excluyen únicamente a aquellas relacionadas con la molécula de la anfetamina. A continuación se mencionarán algunas de las sustancias que en la actualidad se denominan genéricamente como drogas de diseño:
MDMA: Extasis o 3,4 MetileneDioxiMetaAnfetamina
MDA: 3,4 MetileneDioxiAnfetamina
STP: 4-metil 2,5-Dimetoxioanfetamina
DOB: 4-bromo-2,5 Dimetoxinfetamina

• Marihuana, Hashis o THC. Esta sustancia no se puede clasificar estrictamente en ninguna de las categorías mencionadas, ya que produce múltiples efectos que varían de una persona a otra.


LOS ADOLESCENTES: EL ALCOHOL Y OTRAS DROGAS

La mayoría de los adolescentes han tenido alguna experiencia con bebidas alcohólicas y con otras drogas. La mayoría experimenta un poco y deja de usarlas, o las usa ocasionalmente sin tener problemas significativos. Algunos seguirán usandolas regularmente con varios niveles de problemas físicos, emocionales y sociales. Algunos desarrollarán una dependencia y actuarán por años de manera destructiva hacia sí mismos y hacia otros.

Algunos eventualmente dejan de usar el alcohol y las otras drogas. Como no se puede predecir quiénes desarrollarán problemas serios, se debe considerar que todo uso es peligroso. El saber rechazar es parte de la solución, pero el "decir no" no es suficiente.

Algunos jóvenes están en "mayor riesgo" que otros de desarrollar problemas relacionados con el alcohol y las drogas. Encabezan la lista aquellos cuyas familias tienen ya un historial de Abuso de Substancias.

Los productos legalmente disponibles incluyen las bebidas alcohólicas (para los mayores de 21), el tabaco (la edad legal varía), algunos medicamentos por receta médica, inhalantes y medicinas de venta libre para la tos, la gripe, el insomnio y para adelgazar. Las drogas ilegales incluyen la marijuana, la cocaína/"crack", LSD, PCP, los derivados del opio, la heroína y las "drogas diseñadas."

Aunque el uso de algunas drogas se ha mantenido constante recientemente, el uso de otras está en aumento. En particular, el uso de las bebidas alcohólicas, los cigarrillos y el "crack" continuán siendo áreas de gran preocupación.

Los adolescentes que comienzan a fumar o a beber desde temprana edad corren un grave riesgo. Estas substancias son típicamente las "drogas del umbral" que llevan a la marijuana y de ahí a otras drogas ilícitas. La mayor parte de estos adolescentes siguen usando las primeras drogas que probaron en adición a las otras.

Las señales principales del abuso de drogas por los adolescentes pueden incluir:

• Físicas: fatiga constante, quejas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.
• Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, comportamiento irresponsable, poco amor propio, depresión y una falta general de interés.
• Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas o el dejar de comunicarse con la familia.
• Escuela: calificaciones bajas, ausencias frecuentes y problemas de disciplina.
• Problemas Sociales: amigos nuevos a quienes no les interesan las actividades normales de la casa y de la escuela, problemas con la ley y el cambio hacia estilos poco convencionales en el vestir y en la música.

Algunas de estas señales de aviso pueden también ser señales indicativas de otros problemas. Los padres pueden reconocer las señales de problemas pero no se espera de ellos que hagan el diagnóstico. Una manera eficaz para los padres demostrar su preocupación y afecto por el adolescente es discutir francamente con éste el uso y abuso de las bebidas alcohólicas y de otras drogas. El primer paso que los padres deben de dar es el consultar con un médico para estar seguros de que las señales que descubren no tengan causas físicas. Esto debe de ser acompañado o seguido por una evaluación comprensiva por un psiquiatra de niños y adolescentes.





ESTIMULANTES.

¿Qué son los estimulantes?
Son drogas que actúan sobre el sistema nervioso central acelerando la actividad mental, produciendo estados de excitación y alterando las reacciones en el movimiento, el oído, la sensibilidad, etc. Entre los principales estimulantes encontramos: las anfetaminas, la cocaína y la cafeína.

¿Cuál es el uso médico de los estimulantes?
Actualmente, los médicos prescriben anfetaminas para el tratamiento de la narcolepsia (un trastorno caracterizado por la necesidad incontrolable de dormir), así como en el tratamiento de niños con daño cerebral mínimo y para reducir temporalmente el apetito. La cafeína, que se encuentra en el café y el té, es un ingrediente en medicamentos vendidos sin prescripción médica, usados con el objeto de quitar el sueño y estimular. El único uso legítimo actual de la cocaína es como anestésico local, dentro de la medicina.

¿Qué son las anfetaminas?
Las anfetaminas se encuentran en la composición de diferentes drogas, como son: dextroanfetaminas y metanfetaminas. Son estimulantes del sistema nerviosos central que, como efecto inmediato, provocan sensación de vivacidad, agilizan el habla y aumentan la actividad motora y física en general.

¿En qué condiciones pueden utilizarse la anfetaminas?
Estas drogas deben consumirse únicamente bajo supervisión médica; por ejemplo, para controlar el apetito.

¿Pueden desarrollar dependencia los usuarios de anfetaminas?
Sí. Los que toman, aún en dosis pequeñas, anfetaminas para combatir la fatiga o sentirse bien, corren peligro de desarrollar dependencia. Estas personas, al agotarse los efectos estimulantes de la droga, continúan tomándola para evitar caer en la depresión. Debido al insomnio provocado por las anfetaminas es frecuente que los consumidores habituales recurran a las píldoras para dormir o al alcohol, volviéndose dependientes también a estas drogas. Para librarse de la somnolencia o recobrar la sensación de bienestar, usan las anfetaminas, originando un ciclo extremadamente perjucidicial para el organismo.

¿A qué peligros se expone el usuario de anfetaminas?
En algunas personas, aún pequeñas dosis de anfetaminas tomadas ocasionalmente, pueden producir efectos tóxicos. Las sensaciones registradas incluyen desasosiego, ansiedad, cambios en el estado, de ánimo, pánico, trastornos cardíacos y circulares, pensamientos paranoicos, alucinaciones, convulsiones y estados de coma.

Si se consumen anfetaminas en forma excesiva, se pueden provocar daños mentales. Estos comprenden alteraciones en el habla y dificultad para expresar verbalmente pensamientos. Al aumentar la dosis, se incrementan dichos riesgos, los que son aún mayores cuando la droga es inyectada. En este último caso, si no se esterilizan los instrumentos, se pueden contraer infecciones graves que ponen en peligro la vida. Finalmente, una dosis excesiva inyectada puede causar la muerte.

¿Cuáles son las señales del abuso crónico de las anfetaminas?
Los que usan las anfetaminas durante un largo período, con frecuencia contraen un tipo de acné que se asemeja al sarpullido del sarampión; su cabello luce seco y sin vida y tienen trastornos en los dientes, las encías y las uñas.

¿Puede asociarse la violencia al uso de anfetaminas?
Al aumentar gradualmente la dosis y al frecuencia del consumo de anfetaminas inyectadas, éstas se acumulan en el organismo provocando efectos tóxicos, conocidos como psicosis de anfetaminas. Los que se encuentran en este estado son extremadamente desconfiados y con frecuencia se comportan en forma extraña, caprichosa y a veces violenta.

Éxtasis

La metilendioximetanfetamina (MDMA), cuyos nombres en la calle son "Adam", "éxtasis" o "X-TC", es una droga sintética sicoactiva (que altera la mente) con propiedades alucinógenas y similares a las de las anfetaminas. Su estructura química (3-4 metilendioximetanfetamina) es similar a la de la metilendioxianfetamina (MDA) y a la de la metanfetamina, otras dos drogas sintéticas, causantes de daños cerebrales.

Peligros para la salud.
Las creencias con respecto al éxtasis hacen recordar afirmaciones similares sobre la LSD en los años cincuenta y sesenta, que resultaron ser falsas. Según los proponentes de su uso, la MDMA puede fomentar la mutua confianza y acabar con las barreras entre terapeutas y pacientes, amantes y familiares.

Muchos de los problemas de la MDMA para los usuarios son similares a los observados con el uso de anfetaminas y cocaína. Estos son:

• Dificultades sicológicas, incluyendo confusión, depresión, problemas con el sueño, deseo vehemente de administrarse drogas, ansiedad grave y paranoia mientras se toma la MDMA y a veces varias semanas después de tomarla (se han notificado aún episodios sicóticos);
• Síntomas físicos como tensión muscular, apretamiento involuntario de los dientes, náusea, visión borrosa, movimientos oculares rápidos, desmayo y escalofrío o sudor.
• Aumento de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, un riesgo particular para las personas con enfermedad circulatoria o cardíaca.

La MDA, el fármaco de origen de la MDMA, es una droga similar a la anfetamina que también ha sido abusada y tiene una estructura química similar a la de la MDMA. Las investigaciones han mostrado que la MDA destruye las neuronas productoras de serotonina, que regulan directamente la agresión, el estado de ánimo, la actividad sexual, el sueño y la sensibilidad al dolor. Es probable que esta acción sobre el sistema productor de serotonina dé a la MDA sus supuestas propiedades causantes de intensificación de la experiencia sexual, tranquilidad y sociabilidad.

La MDMA también guarda relación en su estructura y sus efectos con la metanfetamina, la cual ha demostrado ser causante de la degeneración de las neuronas que contienen la sustancia neurotransmisora dopamina. La esión de estas neuronas es la causa básica de las alteraciones motoras observadas en la enfermedad de Parkinson.

En experimentos de laboratorio, una sola exposición a la metanfetamina en dosis elevadas o el uso prolongado en dosis bajas destruye hasta un 50% de las células cerebrales que usan dopamina. Aunque este daño tal vez no sea aparente de inmediato, los científicos creen que con el envejecimiento o la exposición a otros agentes tóxicos, pueden aparecer síntomas de la enfermedad de Parkinson con el tiempo. Estos comienzan con falta de coordinación y temblores y a la larga pueden causar una forma de parálisis.

Alcance del Uso
Estudio de observación del futuro (MTF)*
En 1996, el estudio de observación del futuro empezó a recoger datos sobre el uso de MDMA por los estudiantes de secundaria. Las tasas de uso permanecieron relativamente estables entre 1996 y 1997. En 1997, 6,9 por ciento de los estudiantes de último año de secundaria, 5,7 por ciento de los de 10° grado y 3,2 por ciento de los de 8° grado habían usado MDMA al menos una vez en la vida.
El uso de MDMA se reportó con mayor frecuencia entre adultos y jóvenes asistentes a clubes, fiestas con música ácida y conciertos de rock en Atlanta, Miami, St. Luis, Seattle y algunas áreas de Texas.


SEDANTES.

¿Qué son los sedantes?
Son drogas depresoras del sistema nerviosos central, que calman los nervios (tranquilizantes) y producen sueño (efecto hipnótico). Se les conoce también como calmantes y píldoras para dormir. Se dividen en tres categorías: barbitúricos, tranquilizantes (benzodiazepinas) y no barbitúricos.

¿Cuáles son los sedantes que se usan indebidamente con mayor frecuencia?
Los barbitúricos representan el porcentaje más alto de uso y abuso indebido. Los de mayor consumo son: pentobarbital, secobarbital y amobarbital. Entre los tranquilizantes, el de uso excesivo más frecuente es el diazepam y de los no barbitúricos la metacualona.

¿Pueden causar dependencia los sedantes?
Sí. Rápidamente causan adicción, especialmente en el caso de los barbitúricos, dependiendo de la cantidad y la frecuencia con que se ingieran.

¿Quienes usan los sedantes en exceso?
Las personas que tienen dificultad en controlar la tensión o la ansiedad, y quienes no pueden dormir bien, usan excesivamente estas drogas, desarrollando dependencia hacia ellas. También los usuarios de heroína toman a veces sedantes, además de esa droga; mientras que los usuarios de estimulantes los toman para contrarrestar la acción de esas drogas.

¿Hasta qué punto son peligrosos los sedantes?
Estas drogas pueden provocar la muerte. El usuario puede tomat involuntariamente uan dosis mayor a la acostumbrada o repetirla debido a una confusión o alteración de la razón, como efecto del consumo contínuo del sedante, y de esa forma encontrar accidentalmente la muerte. Aún quienes usan dosis moderadas, pueden caer en estado de coma; la intoxicación produce estupor y trastornos en el habla, la memoria y la razón.

¿Es peligroso combinar sedantes con alcohol?
Sí. Tomar juntos alcohol y sedantes suele ser fatal, ya que al combinarlos se multiplican los riesgos. Son muchas las muertes accidentales que se atribuyen a esta mezcla.

¿Qué riesgos implica el uso de tranquilizantes?
A los tranquilizantes se les considera igual de peligrosos que los sedantes. Pueden ser muy perjudiciales si se les combina con otras drogas, en especial con alcohol y otros sedantes. Los usuarios pueden desarrollar dependencia a los tranquilizantes y como consecuencia tener síntomas físicos desagradables en los períodos de abstinencia, es decir, de no consumo.

¿Tienen algún uso legal los sedantes?
Sí. Se utilizan en hospitales en la medicación preoperatoria, con los epilépticos y como auxiliares para dormir. Debido a la facilidad con que se establece la adicción, son medicamentos que deben tener un estricto control médico especializado.

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